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Anunnakis

Desmintiendo a Zecharia Sitchin

Este artículo se basa en saber la verdad, para eso es importante poner la historia de la asiriología sobre la mesa. La arqueología habla por sí sola, las tablillas sumerias son las que nos dan la auténtica información. Espero que el contenido que te brindo sea para acercarte mucho más a la verdad de la mitología mesopotámica.

Tiempo estimado de lectura: 9 minutos

Tener que desmentir a Zecharia Sitchin es fácil por varios motivos. Su teoría de los anunnaki y sus traducciones respecto a las tablillas sumerias deja mucho que desear, una historia digna de cualquier película de ciencia ficción. Lo que voy a hacer es darte referencias y puntos de sus mentiras sobre la creación humana. Sus libros han vendido millones de copias en todo el mundo, eso es admirable, pero tuvo que mencionar que no fue una traducción literal del contenido sumerio.

No obstante, antes tenemos que saber donde estudió y qué libros escribió respecto al tema anunnaki. Es importante conocer la biografía de Zecharia Sitchin, porque su formación académica no se basa en la asiriología, que es, el auténtico estudio sobre la “Antigua Mesopotamia”. Es preocupante ver que cuando buscas el término anunnaki en Google, casi todos los artículos son teorías de Sitchin. Prepárate para enfrentarte a la realidad de la auténtica historia Sumeria.

Mitología Sumeria

Ninurta

Las hazañas de Ninurta

Inframundo Sumerio

El inframundo sumerio

Biografía de Zecharia Sitchin

Nació un 11 de julio de 1920 en Bakú, la ciudad más poblada de la República de Azerbaiyán. Estudió en el Mandato Británico de Palestina, una antigua administración de Israel, Palestina y Jordania. Se licenció en Historia Económica por la London School of Economics, una facultad clasificada como una de las mejores universidades en ciencias sociales. Ahora bien ¿cuál es la historia de la economía? ¿Qué aporta?

Este estudio se basa en los comportamientos del pasado, es una rama de la historiografía, donde se aprende la economía de antiguas civilizaciones. Es de esta forma como comprendemos los movimientos de la economía mundial que nos han traído hasta el día de hoy. En la antigüedad destacan los imperios de Mesopotamia, donde también entran Egipto, Persia, India, China, Grecia y Roma.

Zecharia Sitchin fue un hombre que estudió algunos idiomas, su especialidad era el hebreo clásico y moderno. Ahora bien, la gran pregunta ¿sabía sumerio? La respuesta es un “no” rotundo. Este hombre cogió traducciones de personas como Henry Creswicke Rawlinson o Leonard William King y las transformó a su conveniencia. Lo peor de todo es que pasó de los diccionarios creados por los primeros asiriólogos, descuidando los recursos a los que en su día podía acceder.

Libros de Sitchin

Refutando el libro perdido de Enki

Teoría antiguos astronautas

La teoría de los “antiguos astronautas” están basadas en la tesis de Zecharia Sitchin por Erich von Däniken y Giorgio A. Tsoukalos entre otros. Pero vamos a ver algunos párrafos de los ejemplares de Sitchin, analizamos “el libro perdido de Enki”.

Hace unos 445.000 años, astronautas de otro planeta llegaron a la Tierra en busca de oro. Escasos de mano de obra, utilizaron la ingeniería genética para darle forma a los Trabajadores Primitivos “el Homo sapiens”.

El libro perdido de Enki

Resulta que no hay ninguna tablilla sumeria que mencione que sus dioses vinieron a por oro. La creación según la mitología mesopotámica es que sus deidades nos crearon a través de la arcilla, en este caso, el “creador de la humanidad” es el todopoderoso padre Enki. En ningún momento se menciona nada sobre astronautas e ingeniería genética.

La telenovela de la Antigua Mesopotamia

En aquel momento, su nombre-epíteto era E.A., «Aquel Cuyo Hogar Es Agua», y sufrió la amarga decepción de que el mando de la Misión Tierra se le diera a su hermanastro y rival EN.LIL («Señor del Mandato»), una humillación que no quedaría suficientemente mitigada con la concesión del título de EN.KI, «Señor de la Tierra».

El libro perdido de Enki

Aquí empieza a mezclar idiomas de la Antigua Mesopotamia con un drama que ni la telenovela de “Pasión de Gavilanes”. Enki es para los sumerios y Ea en acadio, hablamos de que son el mismo dios, con el título de «Señor de Aguas Dulces». Sitchin comenta que estas dos deidades son hermanastros, cuando no es así, Ereshkigal, Enlil, Enki y Ninhursag son hijos de An y Nammu.

En los poemas sumerios jamás se ha mencionado ninguna rivalidad entre los dos hermanos. Sí que han tenido diferencia de opiniones, pero nunca hubo una batalla entre estas divinidades. Es de esta manera como una vez más el escritor vuelve a tergiversar la historia de Sumer.

¿Dioses egipcios descendientes de sumerios?

Anubis

Ea/Enki era el primogénito de Anu, soberano de Nibiru, y como tal estaba versado en el pasado de su planeta (Nibiru) y de sus habitantes. Científico competente, Enki legó los aspectos más importantes de los avanzados conocimientos de los Anunnaki a sus dos hijos, Marduk y Nin-gishzidda (que, como dioses egipcios, eran conocidos allí como Ra y Thot respectivamente).

El libro perdido de Enki

Aquí sí que la liamos buena ¿divinidades sumerias se transforman en egipcias? Mesopotamia y el Antiguo Egipto si que tuvieron una relación, pero nunca se sincretizaron dioses de estas diferentes culturas, es por eso que no tiene ningún sentido decir que Mesopotamia y Egipto poseen las mismas deidades. Una cosa es la “evolución de las religiones” como ya expliqué una vez y otra es querer mezclar culturas distintas que crecieron por igual.

Otro dato importante es el famoso planeta Nibiru, ahora bien ¿se confundió tal vez con Nippur que en sumerio significa Nibru? Demasiado parecido el nombre ¿casualidad? No soy de creer en casualidades, pero para Sitchin todo puede valer. Los que conocen la mitología egipcia saben que esto es una patada a la egiptología.

Tengo que decirte que la palabra Nibiru aparece 398 veces en el libro, te lo mete hasta en la sopa. Contiene 98 páginas y es solo en la introducción, imagínate si tengo que refutar todo el libro, me daría para sacar un ejemplar.

Zecharia Sitchin y El Duodécimo Planeta

Me parto el pecho con el índice de este ejemplar, en especial donde dice:

“Sitchin, uno de los escasos eruditos que leen y entienden el sumerio”.

Para entender cualquier idioma de la Antigua Mesopotamia es necesario la carrera de Asiriología, tener conocimientos dentro del mundo de la arqueología, créeme, no es el caso de Sitchin.

Este hombre se vendió muy bien y consiguió engañar a millones de personas hasta el día de hoy, pero gracias a los ejemplares sacados por los auténticos asiriólogos, podemos observar que Sitchin mentía a lo grande. En el cap.4 “Sumer: La Tierra de los Dioses” hay un párrafo que dice lo siguiente:

Los sumerios creían que había dioses que eran «de los cielos». Los textos que hablan de los tiempos de «antes de que las cosas fueran creadas» citan a algunos de estos dioses celestiales, como Apsu, Tiamat, Anshar, Kishar.

El Duodécimo Planeta

Aquí hay un gran error, pues no son los sumerios los que hablan de estas deidades, son los babilonios los que crearon y mencionaron a estas divinidades. Pero seguimos con sus errores en la pag.74:

Enlil, el hermano y rival de Enki, tuvo la buena fortuna de conseguir ese «heredero legítimo» a través de su hermana Ninhursag. El más joven de los dioses en la Tierra que había nacido en los cielos, tenía por nombre NIN.UR.TA («señor que completa la fundación»).

El Duodécimo Planeta

Ninurta es hijo de Enlil y Ninlil (Sud), de Ninhursag se menciona en las Hazañas de Ninurta, es «Rey de las Tormentas o El Señor de Girsu». El libro tiene un revuelto de culturas, donde mezcla Sumeria, Babilonia, Egipto y el Antiguo Testamento.

Mesopotamia

Nanna

El viaje de Nanna a Nippur

Ninurta y la Tortuga

Ninurta y la tortuga